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Sí, esto dice el Señor Dios: Movido por el fuego de mi celo, hablo contra las demás naciones y contra todo Edom, que, con el corazón rebosante de gozo y con el alma henchida de desprecio, se apoderaron de mi país como si fuera posesión suya, para entregar su pastizal al pillaje. Por eso, profetiza sobre la tierra de Israel; di a los montes, a las colinas, a las vaguadas y a los valles: Esto dice el Señor Dios: Aquí estoy, hablando lleno de celo y de cólera, pues habéis tenido que soportar el ultraje de las naciones.

Por eso, así dice el Señor Dios: Juro solemnemente que las naciones que os rodean tendrán que soportar sus propios ultrajes.

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